Tomado del blog: http://www.40limones.com/
Si el nombre “Avi Ben Stella” te suena familiar, seguramente recibiste un mensaje de un amigo o una amiga, diciendo que un niño de 12 años así llamado había sufrido un terrible accidente de tránsito y se encontraba en estado de coma profundo. El altruista mensaje no pedía sangre ni donaciones sino simplemente oraciones a Dios, y que hicieras el favor de cambiar tu estatus en Facebook o Twitter por una hora para que más personas supieran del caso y se formara una gran cadena de oración a favor del niño.
Posiblemente, también te sentiste conmovido y te tomaste la molestia de cambiar tu estatus para copiar el mensaje y difundirlo a todos tus amigos.
En Facebook el día de hoy podría denominarse el “día de Avi”. Realizando una búsqueda entre los posts de mis amigos, encontré que 62 de mis 548 contactos (11.31%) cambiaron su estatus para difundir la noticia sobre el siniestrado niño. Una búsqueda en todo Facebook arrojó centenares de resultados siendo los más recientes de apenas segundos, lo que indica que el hoax aún no se detiene.
Tal muestra de solidaridad ante el triste caso de un niño desconocido (e inexistente) es algo loable si lo enfocamos desde la óptica de que mucha gente probablemente sí oró a Dios por la salud de esa criaturita. Me imagino el tremendo reperpero que se armó hoy en el Call Center de las oraciones, cuando los ángeles empezaron a acumular peticiones de salud para un chamaquito que no existe. ¡Apuesto que están bien molestos todos ellos!
Pero seamos realistas… la principal lección que nos enseña Avi Ben Stella es que somos muy crédulos, y justamente por esa “inocente credulidad” es que ese tipo de cadenas tiene tanto éxito. ¿Por qué tantas personas creyeron que la historia sobre Avi era cierta? Pienso que puedo señalar algunas razones:
1. El medio de propagación. Las cadenas de mensajes nos han perseguido desde hace más de 12 años (de vez en cuando a mí todavía me llega la triste noticia de Amy Bruce, por ejemplo). Sin embargo, las mismas habían estado circunscritas al correo electrónico hasta hace poco. Con Avi, posiblemente, tenemos la primera gran cadena en redes sociales que alcanzó primetime. En el fondo, Facebook no es muy diferente al email para los fines de propagar boberías (sí, los quizzes y las aplicaciones mongólicas de Facebook son el equivalente a los Powerpoints llenos de melcocha que aún inundan los correos). Sin embargo, hasta hoy las cadenas de disparate no habían tenido mucho éxito en alcanzar un estado viral como lo logró Avi Ben Stella.
2. La metodología de propagación. Toda cadena, para ser cadena, debe incluir una manera de auto-reproducirse. Por eso las tonterías por correo nos piden enviarlo “a todos tus contactos”. A pesar de lo tedioso y cansón que es hacer un forward a decenas, cientos o miles de amigos que podemos tener en nuestras libretas de direcciones del correo electrónico, aún así todos conocemos algunos cuadrúpedos digitales que no saben hacer más que enviar todos los PowerPoints del mundo, a todos sus contactos, y, por supuesto, poniéndolos todos en el campo de Para. Si esto es así de real, ¿cómo no iba a ser atractiva la petición del mensaje sobre Avi, cuando todo lo que se pedía era UN CAMBIO de estatus, el que nos tomaría sólo un copy-paste?
3. El efecto dominó. Si una persona tiene muchos amigos y de repente todos están hablando de lo mismo, naturalmente se sentirá inclinado a unirse al “trending topic” de ellos… porque “no importa donde fueres, haz lo que vieres”.
¿Caiste en el gancho? ¿Cambiaste tu estatus para pedir que oraran por Avi? ¿Llegaste a orar tú mism@ por ese niño? Por una parte, es un bonito gesto tratar de interceder con oraciones por la vida de un niño, máxime si no lo conoces. Eso lo aplaudo. Sin embargo, al enterarte de que te cogieron de pendej@, ¿no te sientes mal?
Espero que este episodio te deje marcas indelebles en tu vida digital, como cuando de niños nos sentíamos traicionados al descubrir que algo que jurábamos verdad era en realidad una mentira.
Espero que te de vergüenza con tus amigos, aquellos a los que hiciste llegar una petición de oración que resultó ser un fiasco. Ahora bien, no es para que te vayas a crucificar… lo importante es aprender. Estas son las cinco principales lecciones que nos enseña Avi Ben Stella:
1. APRENDE que no todo en Internet es verídico. Que hay muchas personas con oscuras intenciones. Que hay gente sin escrúpulos capaz de jugar con historias trágicas (ficticias o reales), a fin de sacar provecho de ellas.
2. APRENDE a tomar con pinzas todas estas cosas “extraordinarias” que recibes por cualquier medio. Es bueno que tengas sensibilidad humana, que te hayas preocupado por ese niño de 12 años. Sin embargo, es mejor que asimiles una actitud de Santo Tomás de “ver para creer”, la que te librará de muchas marrullas.
3. APRENDE a verificar las cosas antes de redifundirlas. ¡Esto es vital! Las cadenas pueden ser muy dañinas, incluyendo enlaces a sitios podridos de virus, phone loaders, etc. Hazte asiduo visitante de snopes2.com (mira el reporte de ese site sobre el caso de Avi Ben Stella).
4. APRENDE a deshacer lo mal hecho. Si vez a alguien propagando una cadena, tómate un minuto y dile que tal cosa es falsa. Oriéntalo. Sólo cuando todos aprendamos que somos responsables del sano esparcimiento unos de otros, vamos a entender que no es “ser metiche” decirle a alguien que la oferta de la viuda nigeriana es falsa.
5. APRENDE que las cadenas como esta de Avi Ben Stella no esconden su maldad en la primera mordida, sino en las subsiguientes. Nada le pasará a tu PC por haber puesto el mensaje, ya que no incluía ningún enlace ni nada de eso. Sin embargo, muchos de los curiosos que se pusieron a buscar en Google por el nombre, llegaron a entrar en sitios llenos de malware (ah, he ahí el verdadero peligro), y hoy sus máquinas puede que estén más vulnerables que antes. Por eso, investiga, pero asegúrate de investigar en sitios de credibilidad como el ya mencionado Snopes2.com.
Si caíste en el gancho, y si te sientes burlado, si te cogieron de pendejo, ya no importa. Como dije al principio, lo único loable de que hayas caído en la trampa es que ello es una señal de sensibilidad. Pero toma medidas para no caer nuevamente. ¡SÉ SUSPICAZ!
Tomado del blog: http://www.40limones.com/
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