lunes, 26 de enero de 2009

Diez razones para decir NO a la enmienda

            Javier Rivero Valera –

El gobierno está trabajando con todos los hierros en la campaña electoral para defender la enmienda constitucional convocada por segunda vez en el mismo periodo presidencial, a pesar de que existen altas probabilidades de sufrir nuevamente la derrota. Esa nueva derrota de la enmienda, con el triunfo del No en las elecciones del 15 de febrero, viene con efecto dominó: caída de la popularidad de liderazgo del Presidente y, como el Presidente es el único líder, también arrastraría su proyecto político. Después, a velocidad de película rápida y para que el pueblo pague los platos rotos, vienen las medidas económicas y la crisis social. Afortunadamente, el pueblo está actuando con sabiduría e inteligencia, corriendo con todos los riesgos y aceptando el costo político y social de la pregunta leonina de la enmienda porque ha llegado a una simple conclusión: las mismas razones que motivaron a votar NO en la consulta del 2 de diciembre de 2007 persisten actualmente, pero agravadas por la continuación de la gestión de un gobierno que ha resultando ser un desmadre. Por este motivo, la gente está decidida a decir NO a la enmienda por las siguientes razones:
      1.-Los resultados del referéndum del 2 de diciembre de 2007 sobre el mismo tema, con la victoria del NO.
      2.-Las recomendaciones de Simón Bolívar cuando dijo." La continuación de la autoridad en un mismo individuo frecuentemente ha sido el término de los gobiernos democráticos…".
      3.-Los resultados de los 10 años de este gobierno que mantienen a Venezuela en el primer lugar de América Latina como país más violento, con mayor inflación, el más corrupto, después de Haití; el mayor consumidor de bebidas alcohólicas, etcétera.
      4.-La limitación progresiva de la libertad de expresión, del derecho a disentir, de viajar para el exterior, de comprar un automóvil, del libre transito, etcétera.
      5.-La pérdida de la autonomía de los poderes públicos: Tribunal Supremo de Justicia, Asamblea Nacional, Consejo Nacional Electoral, Contraloría General, Defensoría del Pueblo, etcétera.
      6.-Los insultos públicos y la intimidación del Presidente.
      7.-La constante agresión dirigida contra las instituciones religiosas, particularmente hacia la Iglesia Católica.
      8.- La inseguridad
      9.- La corrupción organizada
      10.-La impunidad
      11.-Etcétera, etcétera.
      En consecuencia, el referéndum del 15 de febrero no es cualquier cosa: es, nada menos que, la confrontación entre continuidad de la democracia republicana o el socialismo-stalinista no democrático sino a la cubana. Es la esperanza de entrar a la recta final de 4 años de un gobierno que lleva 10, y que amenaza con continuar indefinidamente con evidente despilfarro, división de clases, violaciones a la Constitución Nacional, insultos, intimidación, pésimo modelaje en principios morales. Es la gran oportunidad de emitir nuestra opinión personal, patriótica y contundente a través del voto. Y la respuesta inteligente debe ser votar NO por la patria, por nuestro futuro y por nuestra familia. Que así sea.

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